200 aniversario de Erhard Junghans: innovador por tradición

El 1 de enero de 1823, hace 200 años, nació Erhard Junghans en la Selva Negra. Para conmemorar esta fecha, la fábrica de relojes Junghans lanza los dos modelos de aniversario Meister fein Automatic Edition Erhard, cada uno de ellos limitado a 200 unidades. Con ello pretende honrar a su fundador, una mente maestra especial de su tiempo, como demuestra una mirada a la historia.

 

Ya durante su aprendizaje en la fábrica de sombreros de paja de Schramberg, Erhard Junghans demostró su capacidad empresarial y ascendió al puesto de socio y director general en los años siguientes. En 1859, Erhard Junghans se aventuró a trabajar por cuenta propia y, junto con su cuñado Jakob Zeller-Tobler, adquirió un terreno en Geißhalde, que se convirtió en la sede de la fábrica de relojes Junghans en 1861, y que sigue siéndolo en la actualidad. 

 

Cuando los productos baratos importados de ultramar amenazaban cada vez más la artesanía relojera tradicional de la Selva Negra, Erhard Junghans reaccionó –contra el escepticismo inicial– introduciendo procesos de fabricación novedosos e innovaciones técnicas. Con su forma de proceder, sentó las bases para el éxito de la fábrica de relojes que pronto siguió: a principios del siglo XX, la empresa creció hasta convertirse en el mayor fabricante del mundo, produciendo más de 9.000 relojes al día, y gozando de una excelente reputación por la precisión y fiabilidad de sus relojes.  

 

La historia como fuerza motriz

Preservación a través del cambio: con su pensamiento visionario y sus acciones innovadoras, Erhard Junghans ha tenido una influencia duradera en la identidad de la fábrica de relojes, incluso más allá de su temprana muerte en 1870, hasta la actualidad. 

Así, los dos modelos de edición limitada también combinan la tradición con la innovación. El diseño de la esfera blanca pulida atestigua el vínculo especial con la propia historia de la empresa: la inscripción histórica de Junghans sustituye al logotipo, que por lo demás está en letras de imprenta. Especialmente diseñadas para las dos ediciones de aniversario, las marcas de las horas aparecen inicialmente como indicadores alargados y solo se revelan al examinarlas más de cerca como números romanos especialmente delicados. La geometría, por su parte, marca tendencia: la caja de oro blanco o amarillo de 18 quilates se combina a la perfección con el anverso y el fondo –con un cristal de zafiro de corte esférico– para formar un disco perfecto. La esfera y el reloj de pulsera adoptan la tridimensionalidad especial con una ligera curvatura. 

El reverso de ambos relojes lleva la firma de Erhard Junghans, que simboliza la letra del fundador de la empresa. El fondo del cristal de zafiro de forma ergonómica garantiza una gran comodidad de uso y, al mismo tiempo, permite ver el fascinante funcionamiento interno. Aquí, el rotor desarrollado y montado en Schramberg permite una visión casi sin obstáculos del mecanismo finamente decorado gracias al diseño esférico dual. El retrato de Erhard Junghans está grabado en la tapa del cojinete del rotor.

Un detalle entrañable que demuestra hasta qué punto su espíritu visionario sigue impulsando la fábrica de relojes hoy en día. Con sus decididas acciones, Erhard Junghans sentó en su día las bases del éxito de la empresa, que siempre ha afrontado los retos con cambios a lo largo de su historia. Así, la innovación tiene una larga tradición en Junghans.